La ira del camino apenas necesita una introducción. Sabemos cómo se ve y cómo se siente, y si
nunca lo has experimentado, podés ser parte de un raro 20% de la población. En cuanto al resto
de nosotros, informamos que experimentamos enojo, agresión o ira en el camino al menos una
vez al año.
Las infracciones en la calle pueden ser extremadamente frustrantes, especialmente cuando la
indiferencia de la otra persona causa un accidente cercano. En una fracción de segundo, puede
pasar de “calma de crucero” a querer sacar a alguien de su automóvil y enseñarle una o dos cosas
sobre la importancia de la cortesía en la calle. La forma en que lidiamos con la ira en la calle
realmente se reduce a nuestro nivel de inteligencia emocional (EQ), específicamente al
componente de autorregulación de EQ.
Origen de la ira del camino
Un estudio muestra que factores personales como la edad, el género, las creencias o el estado de
ánimo, pueden determinar el nivel de enojo e ira que una persona experimenta.
Además, muchas veces “personalizamos” los incidentes que ocurren en la calle. Los llamados
“encierros” pueden deberse simplemente al hecho de que otros conductores no están prestando
atención, pero reaccionamos como si nos hubieran hecho algo intencionalmente. El juicio y la
toma de decisiones salen por la ventana y pasamos de Jekyll a Hyde en un abrir y cerrar de ojos.
Aquí es cuando es más importante aprovechar nuestra Inteligencia Emocional y darse cuenta que,
independientemente de por qué otros conducen mal, no tiene nada que ver con nosotros. No
debemos tomar ninguna atribución de la situación. En su lugar, simplemente es mejor dejarlo
pasar.
Recuperándose de la ira del camino
¿Y cómo se relaciona esto con el resto de nuestro día en la oficina? A medida que nos cruzamos
con cientos de conductores en nuestro viaje de la mañana, es casi imposible dejar atrás la emoción
de las experiencias negativas en la calle mientras vamos hacia la oficina. La intensidad persiste a
medida que revisamos nuestras bandejas de entrada y comenzamos a enviar correos electrónicos
y mensajes a compañeros de trabajo. La negatividad se traslada a otros aspectos de nuestro día,
convirtiendo los problemas diminutos, en problemas que se sienten mucho peor de lo que realmente son. ¿Por qué esta maldita máquina de café tarda tanto en preparar una simple taza de café?
El viaje, muchas veces se pasa por alto como una oportunidad para asegurar que tu día se
desarrolle de manera fluida y positiva. Si manejas un auto, desempeñas un pequeño papel en la
compleja dinámica de los patrones de tráfico y los viajes diarios de otras personas. ¿Contribuís a
hacer del viaje, una experiencia placentera y relajante o podrías ser la causa de las frustraciones
para otras personas? Tu aporte podría tener un gran impacto en el viaje, si todos trabajamos
juntos para mejorar nuestra experiencia de conducción personal.
5 consejos para mejorar tu viaje diario (y por extensión, tu día)
¿Qué podemos hacer en el camino para asegurarnos tener un mejor día en el trabajo? Intentá
incorporar al menos una de estas cosas en tu viaje cada semana. Después de cinco semanas, revisá
cómo te sentís. Es probable que haya mejorado y lo que antes parecía una tarea, puede haberse
convertido en algo que realmente disfrutas.
1- ¡Salir antes! Correr es más probable que intensifique tu irritación con otros conductores. Salir
10/15 minutos antes de lo normal te ayudará a sentirse tranquilo, fresco y sereno.
2- Conducir con atención. Cuando conducís, solo manejá. Conducir distraído sigue siendo un
problema creciente. A pesar de los avances tecnológicos, el 49% de los conductores todavía tienen
teléfonos celulares en sus manos.
3- Dormir más. Cuando nuestros hijos están molestos, los ponemos a dormir. ¡Es increíble lo
agradables que son para después de un descanso extra! Eso también vale para nosotros: si bien
una siesta en el trabajo puede no ser factible, responsabilizarte de tu sueño por la noche puede
hacer una gran diferencia en tu viaje hacia la oficina.
4- No respondas. Tendemos a alimentarnos de los comportamientos de la ira del camino. Al
participar en la ira, continuamos transmitiéndolo a otros conductores que luego continúan con
nosotros durante todo el día. En cambio, trata de resistir. Si otra persona te interrumpe o te
encierra, simplemente reducí la velocidad o cambia de carril y alejate de ellos.
5- Respirar. Inhalá e inhalá profundamente, tal vez incluso dejando escapar un suspiro muy
intenso. Si alguien te interrumpe, en lugar de tocar la bocina o gritar, respirá hondo y decí en voz
alta:”Espero que lleguen a su destino de manera segura” y luego continúa.
El camino hacia un mejor viaje
Cuando una persona se encuentra en una situación altamente estresante, puede tomar de 3 a 4
horas recuperarse de ese evento. Durante ese tiempo, todo se ve afectado, incluidas las
interacciones con los compañeros de trabajo y la calidad del trabajo realizado. Aprender a elevar
tu autorregulación ayudará a limitar los casos de víctimas de estas situaciones, lo que llevará a
más paz y armonía en tu vida.
Cuando te sentís bien, te desempeñás mejor. El impulso se acumula y se logra mucho más. Ya sea
que nos demos cuenta o no, gran parte de eso comienza con nuestro viaje de la mañana hacia la oficina. Baja el teléfono y cambia de carril si es necesario. Cuando alguien a tu alrededor maneja de manera descortés o fuera de las leyes, dejá que el karma sea el juez y el jurado de esa persona mientras te relajás y disfrutás del viaje.
